Maçanet de la Selva, la puerta tranquila de la Costa Brava
Entre bosques, tradición y buena conexión
Maçanet de la Selva es uno de esos pueblos que sorprenden por su tranquilidad y autenticidad. Situado en la comarca de la Selva, entre el mar y la montaña, es un lugar ideal para detenerse, descubrir paisajes naturales y disfrutar del ritmo pausado de la vida rural catalana.
Un pueblo con raíces
El casco antiguo de Maçanet conserva la estructura tradicional de los pueblos del interior, con calles estrechas y casas de piedra. La iglesia de Sant Llorenç, de origen románico, es su edificio más emblemático y merece una visita por su interior sobrio y elegante.
Naturaleza y rutas para explorar
Rodeado de bosques, campos y suaves colinas, Maçanet es punto de partida de muchas rutas a pie o en bicicleta. El Parque de las Esencias, los caminos de la Tordera o la conexión con la Vía Augusta permiten disfrutar del paisaje y hacer salud al mismo tiempo.
Fiestas y cultura popular
La vida cultural de Maçanet gira en torno a sus fiestas mayores, celebraciones religiosas y actividades de asociaciones locales. Destaca la Fiesta Mayor en julio, con música, baile y actividades para todas las edades. También son típicas las paelladas populares y las reuniones en el pabellón o la plaza.
Una ubicación estratégica
Maçanet de la Selva está muy bien comunicado por carretera y tren, y se encuentra cerca de Blanes, Lloret, Girona y las playas de la Costa Brava sur. Es una opción perfecta para alojarse con tranquilidad y visitar otros lugares sin aglomeraciones.
Un municipio con encanto cotidiano
Con mercados semanales, tiendas de proximidad y una alta calidad de vida, Maçanet es ideal tanto para una escapada como para descubrir una Cataluña menos turística, pero igual de auténtica.